martes, 29 de noviembre de 2011

A mi misma II


Murmuraron que me echabas de menos, 
pero que si volvía, empezarías a llorar y ya no pararías. 
Pero otros respondieron que sólo eso querías, que preferías el dolor a la mentira, 
que te habías cansado de aquel chico y su palabrería,
me suplicaron que regresase a por ti, porque ya no podías seguir cayendo, 
porque habías tocado fondo y te estabas destruyendo.

Por eso dime, dímelo tú, quiero oírlo de ti, 
quiero que dejes de posar, por favor, ni te maquilles, mírame como siempre hacías y habla,
sé que necesitas hacerlo, sé que estás cansada,
sé que sabes que nadie escucha y que te sientes sola, 
que has perdido la confianza en decir la verdad, porque la verdad es que ni tú sabes lo que te ha sucedido. Sé que sabes que no es por él, 
el que aún no has conseguido y el que sabes que jamás tendrás, por que siempre te aferras
a lo imposible, porque es lo único en lo que crees, porque tú eres así de jodida.


Pero sé que te has hartado y que has dejado de mirarlo, 
te estás levantando y sabes que eso era una chiquillada y yo también lo sé.

Cariño, sí, te llamo cariño, sé que lo odias, sé que crees que es una palabra frívola y sobretodo estúpida, pero yo tengo derecho a llamarte así,
así que, cariño dímelo, sé que te estoy haciendo sufrir,
sé que te estoy haciendo sufrir como nunca nadie lo ha hecho, porque antes has sufrido por amor 
pero ahora sólo sufres por el vacío en el que se ha convertido tu vida. 


Por favor deja de deambular de una jodida vez y responde. No te hagas la desaparecida. Deja de ponerte chula, por que sabes que no funciona.  No titubees. No te escondas.
De verdad que no te puedo soportar, deja de hacerte de rogar, haré que vuelvas a volar,
haré que vuelvas.
en serio, me pones de los nervios, deja de tener tanto miedo, joder! ¿Pero,
me quieres explicar de qué diantres tienes tanto miedo?


sábado, 19 de noviembre de 2011

Melacólico Noviembre


El zumbido de vehículos huyendo sobre la autovía. Solitarios transeúntes ataviados con gabardina, unos llevan perro, otros no, algunos van con niños. Tambores de las profundidades bajo mi piel. Una rosa marchita en el cajón, betty boop en el sillón, los días se suceden sin el más leve lamento ni efusión. Café fuerte. Una respuesta cortante, una mirada ardiente, un pudiera ser que jamás será. La humedad del puente y en mis ojos. Tu sonrisa vacía. Mi indiferencia fingida. Mentira, mentira, mentira

viernes, 18 de noviembre de 2011

A un desconocido

eres tan realmente poco importante en mi vida que eso me excita. Conoces tan sumamente poco de mí, no me comprendes porque no me conoces, no tienes ni idea de mi pasado, sólo sabes donde vivo y conoces a algunos amigos míos. No se me ocurre qué imagen puedes tener de mí, no sé qué coño piensas cuando hablas conmigo, tampoco sé si tu te preguntarás lo mismo, tampoco sé si me importa.
Porqué me miras? Y yo, por qué te miro? para qué? eres curioso. No te entiendo. Apenas te conozco, pero imagino cómo eres, no sé si acierto o no, probablemente te idealice, por eso me gustas, porque no eres real. Porque eres una creación mía, yo te he inventado. Tan sólo eres una cara más, nueva y curiosa, pero yo te he dado magia.
No eres nadie.
Yo tampoco.